
Mucho se ha escrito, o se ha comentado sobre las habilidades para la práctica del béisbol del japonés Shohei Otani, quien en la liga de su país con los Luchadores de Nipom Ham ha defendido con marcado éxito el outfield al ser un destacado bateador zurdo, con poder y ser además un extraordinario lanzador derecho.
Por lo que ahora que está dispuesto a saltar a las grandes ligas, y su equipo a liberarlo surgen tres grandes interrogantes, la primera ¿cuantos dólares estará recibiendo Otani y Nipom Ham por su firma de cualquiera de las treinta organizaciones en las grandes ligas?, la segunda ¿si lo harán decidirse por ser un bateador de todos los días, un lanzador miembro de la rotación de abridores o las dos posiciones como lo hace en su país? y la tercera quizás la más intrigante será capaz en el big show de mantener el dominio que exhibe en su país.
Lo cierto es que la primera pregunta con la bonaza económica de las grandes ligas en la actualidad pareciera tener fácil respuesta, Minnesota, los Yanquis, han expresado interés en ponerse en sus servicios y no es de extrañar que los conjuntos de la costa oeste se sumen a la puja.
Con respecto a la segunda en grandes ligas ni al Gran Babe Ruth le permitieron mantener la dualidad de posiciones, se dice que Otani tiene tanto poder como el Darryl Strawberry en su momento por lo que pareciera ser esta la mejor opción, aunque a excepción de Ichiro Suzuki los bateadores nipones no han tenido tanto éxito en las mayores como sus lanzadores. Siendo el ultimo subastado con etiqueta de superestrella con un rendimiento que ha venido decreciendo Masahiro Tanaka con los Yanquis de Nueva York.
En cuanto a la tercera interrogante la cual comenzamos a desglosar en el párrafo anterior, los últimos japoneses en llegar a las grandes ligas no han podido tener el impacto proyectado, superados por el accionar de las estrellas locales y el protagonismo de nuestros peloteros latinos, estos últimos los grandes protagonistas del talento fuera de USA, en la última década.
Shohei Otani: muy joven todavía
Teniendo Otani a su favor que llegara a la gran carpa a los 23 años por lo que no ha alcanzado su madurez completa como atleta y eso le podría permitir alcanzar las proyecciones que se hacen con respecto a su impacto en el mejor béisbol del mundo, como bateador en cinco campañas en su país batea para .286, con 48 cuadrangulares y 166 remolcadas en 403 juegos, números que como bateador no son tan impresionantes como nos quieren hacer ver.
Como lanzador presenta registros de 42-15 2.52 de efectividad, por lo que si a los números nos remitimos pareciera ser este el rol donde podría brillar en las mayores, más que en el de toletero o jugador de todos los días. Porque mientras en su país podría ser un atractivo el que se desempeñe en ambos renglones, en las grandes ligas se requiere que produzca como estrella en una sola ya que como estrella lo estarán firmado.
Lo cierto es que su llegada formara parte de los atractivos que tendrá esta temporada muerta, en la cual sigue siendo noticia el posible traslado de Giancarlo Stanton, la firma de los agentes libres existentes en el mercado y el manager de los yanquis, cuando apenas acaban de terminar las entrevistas, apareciendo desde la distancia Carlos Beltran como principal candidato a pesar de acabar de retirarse y no tener experiencia alguna como técnico.
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